Bajo el espectro de la noche todas las sombras parecen tomar vida y marchar en una guerra invisible de claros oscuros.
La noche cubre cada pequeño espacio hasta apoderarse de nuestras mentes.
Y continuamente siento que las sombras han iniciado una guerra en mi cabeza. Han entrado por mis ojos, el aire que respiro por la mañana. Y me han engañado hasta por las mañanas en mi jugo de naranja.
No quieren dejar mi cabeza, porque es tal cual noche de luna nueva.
Y aunque me encuentre en la "seguridad" del hogar; no puedo sentirme segura dentro de mi misma.
Cada palabra, letra, se enrosca en mi lengua y me enmudecen.
Mis pensamientos son la guerra más genocida que pudo haber visto la humanidad y el universo.
lunes, 16 de agosto de 2010
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