Prende el reproductor con un cd dentro, sube el volumen al máximo. Se encierra en su habitación. Cierra los puños y comienza a recitar: "que me tenga en cuenta, que me tenga en cuenta, que me tenga en cuenta, que me tenga en cuenta..." Pero en su cerebro algo dice sabes que nunca te va a tener en cuenta, nunca te va a integrar a su mundo.
Y se margina a ella misma.
Su destrucción son los mismos pensamientos de juzgar sin conocer.
Y no, no la vas a entender. Aunque sea tu novia.
Cuantas veces quise resaltar sin que me veas.
miércoles, 1 de septiembre de 2010
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