lunes, 6 de septiembre de 2010

Muchas veces quisiera arrancarme el corazón y el cerebro. Los dos a la vez. Y dejarme caer en una pisina. Dejar que mi cuerpo flote...simplemente que flote. Que ya nada me preocupase y todo fuese tan simple como una tarde de verano.
El corazón, insoportable, con sus dum dum dum pareciera tan inofensivo con sus cuentos de amor interminable.
El cerebro, pareciera proponerse jugar al villano. Como si disfrutase tomar ventaja de poder patear al corazón con fantasmas del pasado y sombras de fantasía.
Ambos, se bombardean con pensamientos y sentimientos que me lastiman hasta sangrar.
Quizás porque mi corazón paso de entero a en pedazos a tus manos. Muchos pedasos quedaron en el camino sin que nadie quisiera ni se molestara en devolverlos a su dueño.
No por amor calleron, sino por ser tan inocente y depositar mi confianza y mi cariño en personas, amigos, compañeros, novios que nunca supieron valorar algo en su vida.
Pero quizás es como digo yo siempre. Soy demaciado buena para existir. Dejo que la gente me pisotee y quizás por intentar dejar de lado el dolor perdí sensibilidad y solo gano soledad con mis acusaciones, mis celos.
Desearía, si, que fueses más demostrativo, pero solamente para demostrar que soy la unica y que me queres para siempre en tu vida.
Te necesito...para siempre, en mi.
Te necesito, te necesito, te necesito, te necesito.


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MALDITA PARANOIA QUE NO ME DEJA RESPIRAR!.





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Te amo

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