miércoles, 19 de mayo de 2010

Movies.-

Que fúnebre puede parecer la vida cuando se la compara con la supuesta vida de las películas.
Un contraste espetacular entre matices cálidos y los fríos.
Esas ilusiones que te ponen en la cabeza. Las de transformar a alguien poco creyente a muy creyente (tanto sea en religión, como en el amor). Las ilusiones de desencuentro y encuentro a pesar de todo lo que suceda el famoso destino los une. Estupideces poco posibles como que tu novio/a que parecía demaciado bueno para vos, se percata de tal hecho, y te abandona por alguien a su altura; luego de 5 kilos de helado, wisky y películas sentimentales el protagonista dice ¡BASTA! y sale a recorrer la ciudad, baja de peso y conoce al amor de su vida, consecuentemente su ex es dejado por su pareja y se da cuenta que la/el protagonista es su mejor opción.
Entonces, el individuo que mira pavada tras pavada piensa que el amor debería ser así. Que sale del colegio siendo un "Looser" y años después termina siendo un "winner".
Uno se lo cree después de tantas horas de lágrimas, risas y hasta películas de terror que uno grita "¡DALE CORRE, ¿NO VEZ QUE ESTÁ ATRÁS TUYO?!". Ahí es donde nuestro órgano pensante se le quema un fusible y comenzas a actuar como un/a fanático/a del cine, hasta que la realidad que tarde o temprano cobra sus victimas, comienza a tirarnos rocas del cielo para decirnos ¡date cuenta! y obviamente no le vamos a hacer caso hasta que nos tropecemos contra una pared que dice "AQUÍ TERMINO LA FANTASÍA".
El pobre estúpido se levanta desilucionado, se tira a la cama con su cómodo pijama y come hasta engordar todo lo posible. Esta vez las lágrimas se acabaron pero las películas siguen. Esta vez vas a decir "y si idiota, te dejo por una más linda" , "el asesino está atrás tuyo y te va a matar" con un cantito de victoria al ver sufrimiento.
Cuando todo el despecho a la realidad te das cuenta que las cosas son como son.
Y ahí esta tú película.
Mientras sonreís suena "la vida esta bien si no te rindes" y todos desearían que su vida sea como la tuya.

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