jueves, 9 de julio de 2009

Je t'aime mon amour

Sentía como si el corazón se caía en pedasos, como cuando uno ve un cristal pisado, cae en pedasos grandes, pequeños y polvo de cristal. Sentía dolor, y las lágrimas comenzaron a rodar. Entre lágrima y lágrima el dolor se hizo más intenso hasta adormecerme.
Me desperté y la mañana era gris, aunque el sol seguía brillando. Aunque habían pequeñas gotas de luz, de esperanza. Me prometiste volver con una sonrisa en tu rostro, entones te espero.


"Ella gritaba, lloraba parecía que su mundo se había destruido, que había perdido hasta su cordura. Lo que en esos meses era lo único que le quedaba.
Simplemente, todos los días la veía sentada, dentro de su casa. Las cortinas estaban ladeadas, son de encaje amarillento por los años. Jamás vi otra expresión en su rostro, hasta ahora. Siempre estaba escribiendo con una pluma dorada, sus facciones duras, pero bellas, como las de un ángel. Por las tardes salía a regar las plantas y yo solo la observaba. Ella me miraba y en sus ojos podía ver dolor.
Una vez me la cruce en la plaza. Estaba sentada, con un vestido azul muy liviano, por el clima cálido. Estaba sentada, nada más. Miraba los árboles de cerezo. Me senté junto a ella sin hacer ruido y nuevamente volvimos a cruzar miradas.
-¿por qué te obsecionas conmigo? Siempre te veo observandome.
-me intriga saber donde has dejado tus sentimientos.
-eh olvidado como sentir...
y luego se fue...
cuando la volví a ver ella lloraba, gritaba. Me acerque a preguntarle que le pasaba y la única respuesta que obtuve fue...
- lloro y grito, si, pero no es de dolor, no es de dolor. Y aunque lo fuese seguiría llorando, riendo y pataleando. AL FIN, AL FIN!! ha vuelto, al fin me ha devuelto mis sentimientos."

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