Vibra, vibra sin cesar al ritmo de las cuerdas que al chasquear con la carne humana produciendo sonidos musicales ¿Musicales? Sí...se podría decir.
Vibra y brilla sobre el suelo húmedo. Húmedo y frío.
Simplemente no hay paredes de donde pueda erguirme. Entonces sigo vibrando, vibrando al ritmo de las notas. Y el brillo se apaga...
Se apaga y se apaga el calor, el frío se hace más intenso.
Y es que las palabras, las melodías cantadas se vuelven más oscuras y vibrantes.
No podría parar de escucharla aunque así quisiera.
Y sigo sonriendote, sonriendole a una cara fría y sin sentimientos. Porque realmente tras esta mascara escondes hielo duro de roer.
Sigo quebrándome e iriendome sabiendo que tras tu corazón ya no existe pasión que nos mantenga flotando, brillando.
Debería seguir...brillando.
jueves, 21 de abril de 2011
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